A partir de hoy, 18 de noviembre, se inicia un temporal de lluvias y de viento en el archipiélago canario provocado por sucesivos descuelgues de aire frío en las capas medias de la atmósfera manifestados como borrascas frías, o bien como una borrasca fría con sucesivos reforzamientos. Es una situación que se extenderá probablemente hasta el fin de semana y que, tanto por su persistencia como por la intensidad de algunas de las precipitaciones, va a dar lugar seguramente a registros de lluvia muy importantes.
La situación de partida queda esbozada en la imagen de esta madrugada del canal WV de Meteosat
Imagen del canal WV de Meteosat correspondiente a las 06 UTC del 18 de noviembre de 2014 |
En (A) puede observarse una amplia dorsal anticiclónica que crece ahora sobre la Península Ibérica y que, aunque se va a desplazar un poco más hacia el este, permanecerá casi estacionaria durante varios días. Va a dar un tiempo suave y tranquilo en la Península, pero su efecto fundamental va a ser la interrupción, el bloqueo, del paso de las perturbaciones atlánticas en su camino normal hacia el este y, por tanto, se verán forzadas a desplazarse hacia el sur. Eso es lo que empieza a hacer ya el embolsamiento frío (C) que dará lugar, mañana miércoles, a la formación de una borrasca fría centrada en la zona de Madeira pero dejando bajo su radio de acción a todo el archipiélago canario.
Esa borrasca se va a ver reforzada por nuevas entradas frías que discurrirán hacia ella a lo largo de la zona (D) en forma de vórtices secundarios que probablemente la circunvalarán e intensificarán las precipitaciones y también darán como resultado un posible desplazamiento del centro de la borrasca al propio archipiélago en la madrugada del viernes. Es posible que del viernes al sábado esa borrasca se desplace hacia el continente africano. Y también es posible, sólo posible, que ese mismo sábado se produjera un nuevo descuelgue frío que diera lugar a otra borrasca en la zona.
Ésta es la evolución general de la situación si bien hay que tener en cuenta la zona señalada como (B) en la imagen. A veces, por delante de estas perturbaciones, aparece una banda de inestabilidad en el seno de un flujo subtropical en niveles medios y altos que tiende a inestabilizarse, probablemente por el acercamiento de la perturbación principal. En este caso también va a ser así y en esa zona (B) pueden apreciarse algunas nubes convectivas que irán creciendo y que en su desplazamiento hacia el este pueden provocar ya hoy chubascos y tormentas en las islas.
No es nada raro la aparición en noviembre de este tipo de situaciones sobre Canarias provocadas por los grandes descensos hacia el sur del aire polar sobre todo desde mediados de otoño. Dan lugar a temporales que duran varios dias y a los que se deben las cantidades de lluvia más importantes recogidas en las islas. La "forma meteorológica" puede ser como borrascas atlánticas conducidas por un chorro polar muy bajo de latitud, o como profundización hacia el sur de profundas vaguadas -como en el caso actual- que pueden cerrarse o no y que, en el caso de hacerlo, pueden dar lugar a la aparición de borrascas frías o DANAs, quizás éstas con precipitaciones más tormentosas y localizadas.
Las efemérides de noviembre nos traen recuerdos de algunos temporales. Tenemos así las fechas del 11 de noviembre de 1950 cuando Izaña registró 360 mm en 24 horas, la del 19 de noviembre de 1983, o la del 24 de noviembre de 1989, uno de los más intensos, con valores superiores a 200 mm en zonas altas de Gran Canaria que podemos recordar en estas imágenes:
Imagen del canal WV de Meteosat correspondiente a las 08,30 UTC del 24 de noviembre de 1989 |
O, también, la del 20 de noviembre de 2001, ligado esta vez a una profunda vaguada o a una DANA incipiente, que originó una situación de tormenta anclada en la isla de La Palma y que provocó la riada del Barranco de las Angustias:
Imagen del canal WV de Meteosat correspondiente al 20 de noviembre de 2001 a las 11,30 UTC |
Y, por supuesto, no puede olvidarse de ningún modo la fecha del 28 de noviembre de 2005 cuando aconteció el paso de la tormenta tropical Delta, una situación verdaderamente atípica, aunque no sabemos si el calentamiento global podría hacerla menos atípica en años futuros.
Por el momento sigamos esta situación, interesantísima desde el punto de vista meteorológico, y de la que cabe desear que deje abundante agua y los menores daños posibles.
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