Tras la acometida cálida de finales de junio y después de un julio bastante normal en cuanto a temperaturas aunque muy seco, durante los
pasados días 9 al 12 de agosto la Península Ibérica se ha visto afectada por un
nuevo embate de aire muy cálido, en parte de origen norteafricano. Como en la mayoría de las situaciones de este
tipo la causa ha sido la presencia conjunta de una gran cúpula anticiclónica en
niveles medios y altos y de una borrasca semiestacionaria al oeste de Galicia.
Entre ambos centros de acción se canalizaba esa corriente de aire cálido a que
antes hacía referencia y que, de no ser porque la borrasca atlántica se
desplazó con cierta rapidez, pudiera haber durado varios días mas.
Mas allá de la polémica sobre si este episodio puede
considerarse como ola de calor –para mí lo ha sido ya que ha cumplido los criterios a los que me refería en una entrada anterior- lo importante es considerar las singularidades de esta nueva
entrada. Si en la de finales de junio se batieron varios récords absolutos de
temperaturas sobre todo –aunque no sólo- en observatorios de Castilla y León,
esta vez el “pico” de la entrada ha apuntado un poco mas hacia el este de forma
que los nuevos récords absolutos de agosto se han batido en el centro y este
peninsular. Destacan mucho los valores de Murcia y Vitoria. En la primera durante tres días consecutivos se ha
superado su registro anterior para agosto de 42,5º alcanzado en el año 2010,
llegando a marcar allí el termómetro los 43,2º el día 11. Por su parte en Vitoria el día 10 se alcanzaron 40,8º y 42,4º en su aeropuerto, algo verdaderamente reseñable porque en esa ciudad, con datos desde 1919, nunca se habían alcanzado los 40º. Otros récords
importantes son los de Sevilla con 45,9º, Toledo con 43,1 –que podría ser
además récord absoluto y no solo de agosto-
Ciudad Real con 42,5, Albacete con 42 o Cuenca con 39,7º.
Como es lógico, a la vista de estos valores ha surgido la
comparación con la ola de calor de agosto del 2003. Si bien aquella se prolongó
bastante más en el tiempo, la comparación entre los días más cálidos de una y
otra –día 12 para la del 2003 y día 10 para el 2012- muestra como las medias
tanto de las máximas como de las mínimas son parecidas, si bien con una pequeña
ventaja para el 2003. A este respecto quiero destacar el estupendo seguimiento
y análisis de la situación que se ha llevado a cabo en tiempo prácticamente
real por diversos grupos de aficionados pero muy especialmente a través del foro del portal Tiempo.com – de donde he obtenido estos datos- donde
tanto meteorólogos profesionales como aficionados hacen una labor digna de todo
reconocimiento y elogio.
Y la segunda cuestión que surge es hasta que punto ha sido
anómala esta situación y también si puede ser un síntoma del calentamiento
global. Como ya he comentado en alguna
que otra ocasión hasta hace poco tiempo la respuesta estándar era que no se
podía demostrar la relación directa entre un fenómeno concreto y el citado
calentamiento ya que podía ser simplemente una muestra de la variabilidad
natural de la atmósfera. Sin embargo, como ya comenté en otra entrada de este blog, muy
recientemente ha emergido con fuerza una rama de la climatología dedicada a
estudiar la atribución de las causas para fenómenos extremos concretos. La idea
básica que subyace en sus trabajos es investigar hasta que punto un fenómeno
concreto es estadísticamente compatible con la serie climatológica del
observatorio en cuestión. Se han
obtenido ya resultados muy interesantes para otras partes del mundo y ahora
sólo cabe esperar resultados de los estudios que se lleven a cabo para este
verano en España. En principio parece
difícil conciliar una superación tan importante de récords y la “cercanía”
entre situaciones bastante extremas con la pura variabilidad natural. Además
todo ello conviene también considerarlo en el contexto de los extremos térmicos
que se vienen registrando durante los últimos años en distintas zonas del
hemisferio norte tales como Rusia o Estados Unidos. Pero, como digo, hay que
esperar resultados.
En cualquier caso mi impresión personal, por supuesto sin
ningún valor científico, pero adquirida tras muchos años de estudiar
diariamente situaciones y mapas, es que, aunque pudiera ser que el aire norteafricano
tienda a ser cada vez un poco mas cálido, lo que si resulta muy evidente es
que, en sus entradas, tiende a penetrar cada vez mas hacia el norte.
Y suma y sigue: los modelos muestran una nueva expansión de
esta masa aérea a partir de mediados-finales de esta semana sobre toda la
Península Ibérica al tiempo que la rebasa hacia buena parte de Europa
occidental. Será el tercer embate de este verano de 2012 pero en principio
parece difícil por varias razones que
haya nuevos récords. Esperemos a ver.
Hola Ángel,
ResponderEliminarFelicidades por el blog que acabo de conocer y que me parece muy interesante.
Soy un aficionado a la meteorología de Vitoria-Gasteiz. En nuestra ciudad también hemos vivido con intensidad este segundo embate del verano. Los 40,8ºC de máxima alcanzados el día 10 de agosto suponen una nueva efeméride mensual y anual en el observatorio del aerop. de Foronda (que opera desde 1973).
También es el valor de temperatura más alto alcanzado en la historia meteorológica oficial de Vitoria, que arranca en 1919, siendo además la primera vez que se alcanzan o superan los 40ºC en nuestra ciudad.
Saludos
Aitor
Muchas gracias Aitor. Es un dato importantísmo que me llamó mucho la atención pero que al final se me pasó incluirlo en la entrada. Como podrás ver ya está subsanado.
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