Hoy, 24 de julio, hace poco mas de un mes
que empezó el verano astronómico y oficial. Es buen momento por tanto de hacer
un breve balance de lo que nos ha deparado el primer tercio de la estación.
El verano “real” se inició con un periodo de
calor muy intenso que se extendió del 24 al 29 de junio. De acuerdo con el correspondiente informe de AEMET en el mismo se batieron muchos records tanto de máximas absolutas como de
mínimas mas altas y además bastantes de ellas en Castilla y León, algo
verdaderamente reseñable. En ese mismo informe se destaca que la anomalía
térmica del mes fue de +2,6º, lo que hace que este junio pueda catalogarse como
“extremadamente cálido”. Al mismo tiempo
lo convierte en el cuarto mes de junio más cálido desde 1960 precedido por los
junios correspondientes a 2003, 2004 y
2005, es decir todos ellos en el periodo de los diez últimos años.
A este respecto es curioso que el junio de
2011 también tuvo una importante anomalía de +1,5º mientras que el mes
siguiente, julio, fue “normal” con una anomalía de +0,1º si bien, acostumbrados
a los julios anteriores claramente por encima de la media, a muchas personas les
resultó frio. Y es curioso también que el julio de este año no esté tampoco
resultando excesivamente caluroso, si bien ha habido algunos días en los que el
remonte de las temperaturas ha sido notable. Da la impresión por tanto que, al
menos en los últimos años, es en las primaveras donde más estamos notando las
anomalías cálidas. Es como, si de alguna forma, el verano se adelantara.
Como ya comenté en una entrada anterior, la
ola de calor de finales de junio se debió a una gran expansión hacia el norte
de la masa cálida norteafricana ayudada por una débil vaguada semiestacionaria
al suroeste de la Península; es la situación típica de temperaturas muy altas
en buena parte de España. Después, durante este
mes de julio, aunque ha habido algunos amagos de situaciones de este
tipo y las temperaturas han alcanzado valores muy significativos, lo cierto es
que el mes no se está caracterizando por unas temperaturas medias muy altas.
Aunque sin gran intensidad, la circulación del chorro polar está afectando
parcialmente a España y haciendo que penetre con cierta frecuencia sobre ella aire
procedente del Atlántico, lo que suaviza las temperaturas sobre buena parte de la
vertiente atlántica. Ahora bien, este aire se convierte en viento de poniente o
“terral” cuando alcanza el área mediterránea provocando en esas zonas
temperaturas altas, gran resequedad y en ocasiones vientos moderados o fuertes,
un escenario muy adecuado a la aparición de incendios forestales como por
desgracia estamos comprobando.
Otra consecuencia de este tipo de
circulación atmosférica es la gran escasez de tormentas durante este mes. Si ya
junio fue muy seco, julio lleva un camino parecido. Hay quien piensa que el
número de tormentas veraniegas está disminuyendo sobre España. Puede que esa
percepción sea correcta para algunas zonas pero en principio no me consta que
esa conclusión sea válida para toda España.
En el resto del hemisferio norte cabe
destacar la continuación del tiempo muy caluroso y extremadamente seco en amplias
zonas de Estados Unidos, lo que está llevando a batir allí todo tipo de records. También han sido
noticia las intensas lluvias registradas en el sur de Rusia en zonas cercanas
al mar Negro. Parece ser que la
advección de aire húmedo y cálido procedente de este mar con unas aguas mas
cálidas de lo habitual, dio lugar a una acusada convección en zonas montañosas
de mas al norte con registros de 300 mm en menos de 24 horas y con una
elevadísima cifra de fallecidos que no parece que puedan ser atribuidos de
forma directa en su totalidad a las
precipitaciones. Hay ya informaciones periodísticas que vinculan estas lluvias
tan intensas al cambio climático que origina aguas más cálidas en el Mar Negro.
Creo que establecer esa conexión es algo todavía muy prematuro y habrá que
esperar a los estudios que se lleven a cabo en los próximos meses. Lo que si se
ha anunciado es una investigación sobre
las causas que influyeron en el
elevadísimo numero de víctimas y esa creo que sí que es de suma importancia:
¿Se tuvo alguna indicación a priori de
que las lluvias podían ser tan intensas? Si fue así ¿se pudo avisar eficazmente
a la población? Esperemos resultados.
Otros sucesos atmosféricos notables del mes
han sido las intensas lluvias en zonas de China y de Japón asi como el record
absoluto de temperaturas en Marruecos con 49,6º en Marrakech el 17 de julio
superando los 49,1º de Agadir de julio de 2009. Mientras tanto el Atlántico
tropical sigue bastante “tranquilo” por lo que respecta a la aparición de
ciclones tropicales. Es posible que la desaparición del fenómeno de “La Niña” y
la aparición de un incipiente “Niño”tenga algo que ver en ello.
Y ahora a ver que nos depara el segundo
periodo del verano. De momento la novedad para los próximos días es la
aparición de tormentas sobre todo en zonas de la mitad norte. Veremos lo que
dan de sí.
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