29 de abril de 2012

La historia de Queenie


“Un remolino dentro de otro remolino. Y dentro de ese, otro. Y así hasta el infinito”

Quienes hayan leído mi entrada anterior de este blog se habrán dado cuenta de que no soy muy partidario de que las borrascas reciban nombre propio salvo que fuera una actividad regulada por la Organización Meteorológica Mundial. Sin embargo, las particularidades de la borrasca protagonista de estos días y el sugerente nombre con que ha sido bautizada, me lleva a escribir hoy un comentario sobre su nacimiento y su evolución.

Queenie nació ayer, sábado 28, en el interior de la Península Ibérica, quizás hacía el Valle del Ebro. Ya, para empezar, es un lugar raro para nacer porque la mayoría de las borrascas lo hacen sobre el mar en un proceso llamado “ciclogénesis” , es decir génesis de un ciclón. Y aquí debe tenerse en cuenta que en meteorología se denomina “ciclón” a cualquier torbellino atmosférico que gire –en el hemisferio norte- en sentido contrario a las agujas de un reloj.


El escenario en el que nace Queenie queda bien reflejado en esta imagen de Meteosat correspondiente a las 8 de la tarde de ayer. Puede que sea una imagen un tanto compleja para los no iniciados y por tanto la describo muy por encima. Toda la mitad occidental de la Península está salpicada de manchas blancas que corresponden a nubes tormentosas desarrolladas en el seno de una colada de aire frío. Esta colada llegó ahí tras el paso de “Petra” y se había quedado estacionaria hasta que ayer se puso en movimiento hacia el este. A su derecha aparece una banda blanco-amarillenta que se extiende desde el golfo de Vizcaya hasta Almería. Éste es el antiguo frente frío que durante estos días ha actuado de frontera de separación entre el aire frío al que acabo de hacer referencia y la potente masa de aire muy cálido que, como reacción a la colada fría, había penetrado sobre el Mediterráneo occidental y en particular sobre el mar Balear dando temperaturas muy altas. Y sobrevolando parcialmente ese frente aparece una gran banda blanca de cirros pertenecientes al chorro subtropical que remonta desde el sur de Canarias y acaba curvándose hacia la derecha al norte de Baleares.

Y a todo esto, ¿Dónde está Queenie en esa imagen? Pues está empezando a formarse justo en esa curvatura que experimenta la banda blanco-amarillenta sobre la Rioja y Navarra aproximadamente.

¿Por qué nace? En principio porque en esa zona hay condiciones que se lo ponen  muy fácil. Las borrascas suelen generarse en áreas de marcado contraste entre masas de aire de características muy distintas. Ayer, esa banda que se recurva, marcaba la separación entre dos “aires” muy distintos, como ya expliqué antes. Cualquier pequeño remolino que se cree sobre ella puede hacerse muy inestable y crecer con rapidez; eso es lo que pasó ayer. ¿Y qué creó ese remolino? Pues una ondulación de la corriente de vientos en niveles altos que sobrevolaba la zona relacionada probablemente –no estoy del todo seguro de ello- con esa remontada del chorro subtropical que vemos en la imagen reflejada por esos cirros tan blancos.

A partir de ese momento y durante toda la noche, Queeny se ha desarrollado muy rápidamente. Se ha dirigido hacia el norte hasta la zona de la Bretaña francesa al tiempo que se ha intensificado mucho. De hecho, esta mañana tenía en su centro 991 hPa, es decir había experimentado un descenso de presión de unos 14 hPa en unas 16 horas… ¡un desarrollo casi explosivo!

 ¿De dónde ha salido tanta energía? Pues de ese contraste entre ambas masas de aire a lo largo de cuya frontera se ha deslizado, como si fuera una mecha ardiendo, y quizás en parte también del calor latente de condensación de la actividad convectiva que ha desarrollado. A este respecto hay que señalar que por sus características no era una borrasca “fácil” de pronosticar por los modelos numéricos en lo que se refiere sobre todo a su intensificación real. Y sin embargo la simulación se ha acercado mucho a la realidad.

Y ésta es la imagen de satélite en la tarde de hoy, día 29. Es una imagen algo mas “limpia” que la de ayer porque Queenie se ha convertido en la protagonista casi única, desarrollada ya como una importante borrasca fría. Centrada al sur de las Islas Británicas, el chorro subtropical la rodea parcialmente en una de sus bellas “remontadas”. Mientras, extendiéndose desde Marruecos hasta el sureste peninsular aparece una banda nubosa “en coma”, que es la zona mas activa de la que era borrasca principal hasta el día de ayer. Y sobre el resto de la Península, nubes tormentosas salpicadas aquí y allá.

A partir de ahora Queenie se desplazará hacia el noroeste de la Península Ibérica, permanecerá ahí casi estacionaria durante unos días al tiempo que se debilita y provocará chubascos y tormentas en el cuadrante noroeste. Después, en la segunda mitad de la semana, es probable que desaparezca absorbida por una nueva borrasca, por otro remolino ciclónico. Y podría ser que nos dejara un regalo: un  camino abierto hacia España para las borrascas atlánticas. Pero esa es ya otra historia posible de nuevos remolinos.

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