27 de junio de 2014

Cambio climático: recapitulando

En un tema como el del cambio climático en el que las noticias se suceden con rapidez y que además está tan sujeto a controversias y distintas interpretaciones, se hace necesario "parar" de vez en cuando para intentar no perder el hilo argumental y tratar de encontrar la coherencia -o no- que subyace en todo ello. Comparto a continuación el "hilo" que yo voy encontrando sabiendo que no está completo y que otras personas pueden encontrar otro distinto.

Tomamos el comienzo de ese "hilo" en el desconcierto y polémica de los años 2012 y sobre todo 2013 sobre la pausa, o al menos un cierto debilitamiento,  en el proceso de aumento continuado de las temperaturas terrestres durante gran parte del siglo XXI y al que me referí en esta entrada del blog. De forma casi inmediata surgieron al menos tres líneas de argumentación para justificar este supuesto "parón" en el proceso de calentamiento global. 

La primera  línea apuntaba a problemas con la cobertura de los datos utilizados sobre todo de regiones polares y en África o bien a una deficiente gestión de los mismos en relación con la representatividad de unos y otros. Todo ello está muy bien descrito y argumentado en este artículo del Quarterly Journal de febrero de este año.

La segunda atribuye esa pausa, por una parte a una disminución del forzamiento radiativo debido a un ciclo solar muy débil -el más débil de la última centuria- y a la mayor actividad volcánica, y por otra a la variabilidad natural y en este caso en concreto a la prevalencia de la fase fría de la Oscilación Decadal del Pacífico; todo ello queda bien descrito en esta nota de Nature. En cualquier caso, si ello fuera así, los signos crecientes de aparición de un nuevo episodio de El Niño podría dar lugar a un nuevo remonte en la tendencia de evolución de la temperatura global que podría llevar a que 2014 fuera el año más cálido desde que hay registros y algo parece moverse en ese sentido ya que los últimos meses de abril y mayo han batido sus propios récords de acuerdo con las últimas estimaciones de NOAA.

Por fin, la tercera, mucho mas globalizadora e integradora, nos recordaba que el proceso de calentamiento global no se refleja solo en la subida de temperaturas sino en otros procesos como la fusión de los hielos y sobre todo el aumento del nivel del mar y que este aumento debe ser considerado cada vez más como el mejor indicador dado que, si el océano se calienta en cualquiera de sus niveles, se expansiona y aumenta de nivel y a ese aumento de nivel también contribuye la fusión del hielo. Han sido varios los investigadores que apuntan en esa línea y ello se refleja en este artículo reciente de The Guardian. Naturalmente ante este "nuevo" enfoque han surgido como era de esperar algunas críticas de los sectores negacionistas. En cualquier caso esa subida continuada del nivel del mar se constata no sólo por las medidas de satélites y mareógrafos sino de forma mucho más cercana y sensible por las percepciones de los habitantes de muchas islas del Pacífico que ven con desesperación como de seguir el ritmo actual sus actuales hábitats desaparecerán en el plazo de pocos decenios.

Mapa del nivel del mar en el año 2012 comparado con la media 1993-2012; las zonas azules indican valores por encima de esa media (Fuente 2012 State of Climate/NOAA)

También las investigaciones sobre la fusión de los hielos han producido noticias durante los últimos meses. Por lo que respecta a la Antártida se ha constatado el creciente proceso de fusión de varios glaciares de su zona occidental en un proceso que parece imparable. Si bien esta zona occidental se ha considerado siempre mas inestable que la oriental otras investigaciones sugieren que ésta última puede ser más frágil y vulnerable al calentamiento del mar de lo que hasta ahora parecía. Si nos movemos ahora al hemisferio norte algunas investigaciones constatan también una mayor vulnerabilidad de los glaciares de Groenlandia con el cual algunos procesos de fusión  de esta zona podrían ser más rápidos de lo que se suponía. También las recientes avalanchas en la zona del Everest que han provocado bastantes víctimas han suscitado bastante preocupación y existen indicios de que pueden estar relacionadas -como otras muchas situaciones ambientales adversas en el Nepal con un mayor ritmo de fusión de los glaciares.

Otra línea de trabajo es la que investiga hasta que punto distintas situaciones meteorológicas de carácter adverso pueden ser atribuidas al calentamiento por la acción antropogénica. Como era de esperar los dos últimos inviernos vividos en Gran Bretaña han reforzado allí esta línea de trabajo y en un novedoso experimento llevado a cabo con el concurso de varios miles de ordenadores particulares que han querido participar en el mismo se concluye que estas situaciones de continuadas lluvias intensas y vientos fuertes hubieran sido mucho menos probables sin ese calentamiento. 

También sigue la polémica suscitada por la hipótesis  -a mi juicio bien fundada- de que un Ártico más cálido daría lugar a una corriente en chorro más ondulada y por tanto más proclive a generar más fenómenos adversos. Esta consecuencia, que está clara a nivel conceptual, se ha demostrado ahora en este artículo de Nature Climate Change recientemente publicado 

Desde el punto de vista de las acciones políticas quizás lo más relevante de los últimos meses sea la decisión de la administración Obama por reforzar las medidas de lucha contra el cambio climático y abanderar de algún modo un movimiento internacional en este sentido. Es seguro que en esta decisión intervienen muchas razones tanto políticas como económicas y ambientales pero bienvenida sea en cualquier caso. En este contexto ha resultado muy llamativo -y ya me referí a ello en otra entrada- la reunión del presidente Obama con algunos "hombres del tiempo" estadounidenses pidiendo su ayuda para una mejor divulgación del proceso del calentamiento y de sus efectos. Esta acción tiene lugar en un momento en que los datos demuestran un descenso del interés mundial por estos temas ligado seguramente a un deficiente tratamiento informativo de todo ello. Y en este contexto surge también el nuevo informe de Nicholas Stern advirtiendo que las pérdidas producidas por el cambio climático serán mayores que las previstas por las limitaciones de los actuales modelos económicos.

En fin, a la vista de lo ocurrido durante los últimos meses -y que acabo de repasar someramente- mi conclusión es que las investigaciones en curso siguen constatando el proceso de calentamiento y que emerge cada vez con más fuerza el criterio de considerar el aumento del nivel de los océanos como el indicador más fiable y estable de este proceso. Junto a ello se observa un cierto aumento de la concienciación política pero lastrada por el descenso del interés y por tanto de las reividicaciones de buena parte del interés mundial. Se impone por tanto un replanteamiento profundo de la estrategia de comunicación de un proceso en el que la inmensa mayoría de los científicos coinciden como mínimo en sus planteamientos básicos y que muestra evidencias claras y sensibles de su actividad.

26 de junio de 2014

Saludando a Whatoweather

Ayer, 25 de junio, el portal de información meteorológica 4 gotas presentó en Santiago de Compostela su nueva aplicación Whatoweather. En ella, además de proporcionar la predicción para cualquier ciudad del mundo, se orienta -de momento al personal femenino- sobre la vestimenta y complementos más adecuados al tipo de tiempo que se espera en ese lugar. Por tanto esta aplicación ayuda eficazmente a resolver la típica pero no menos importante pregunta de ¿Y mañana que ropa me pongo? y más aún si se está preparando la maleta para salir de viaje. Pero la cosa no queda ahí sino que la vestimenta que muestra está acorde con las últimas tendencias de la moda o de lo que más se está llevando en un momento dado, e incluso facilita enlaces para si se desea comprar on line.



Siempre me ha sorprendido 4 gotas por su facilidad y flexibilidad para aplicar la meteorología a las necesidades y preocupaciones básicas y sencillas del público haciéndolo además de una forma comprensible, novedosa y sobre todo atractiva. Me llama mucho la atención, por ejemplo, sus predicciones orientadas hacia la salud mostrando si el tiempo de mañana o de los próximos días puede influir en la aparición de jaquecas, infartos, migrañas o, simplemente,  en nuestra agilidad mental. Me consta además que está hecho con rigor y honestidad. Y como éste, varios productos más en su web difundidos de forma gratuita aunque también ofrecen otros servicios a la medida.


Captura de pantalla de uno de los productos que ofrece 4 gotas en su web

Estoy convencido de que los productos de la moderna meteorología pueden dar mucho más juego si hay iniciativa e imaginación para utilizarlos como soporte a la vida diaria de las personas y también si algunos de los productos base son más asequibles económicamente como por ejemplo - sé que vuelvo a mi tema- gran parte de las predicciones probabilísticas. Por eso, esta iniciativa de 4 gotas me parece todo un acierto y estoy seguro de que va a ser un éxito. Conociendo a Beatriz y a Carlos, sus creadores, creo que, a poco que se lo faciliten, ésto no ha hecho más que empezar. Y verdaderamente me alegro por ellos, por la meteorología y sobre todo por el buen servicio público que pueden prestar. 

17 de junio de 2014

No podemos escaparnos de las probabilidades.

El meteorólogo sueco Anders Persson, muy conocido en la comunidad meteorológica europea tanto por su excelente trayectoria profesional en el Servicio Meteorológico sueco y en el Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo como por ser uno de los mayores defensores del uso de la predicción probabilística,  ha publicado muy recientemente un artículo en la revista Tiempo y Clima de la Asociación Meteorológica Española (disponible bajo suscripción), un interesante artículo bajo el título ¡Los meteorólogos no podemos escaparnos de las probabilidadades!. Curiosamente, su publicación ha coincidido con la participación del propio Persson en el Segundo Seminario de la Asociación de Comunicadores de Meteorología (ACOMET) dedicado esta vez a la comunicación de la predicción probabilística. Creo que es por tanto un momento muy adecuado para comentar algunas de las ideas básicas que Persson plantea y que amplían o complementan algunas otras que ya he expuesto por mi parte en alguna entrada anterior de este blog.


Anders Persson entre Benito Elvira y José Antonio García-Moya, ambos especialistas de AEMET en predicción probabilística. La imagen está tomada durante la celebración de la mesa redonda del Segundo Seminario de ACOMET celebrado en la sede central de la Agencia Estatal el pasado 14 de junio.(Foto ACOMET)

Persson comienza su artículo planteando un pensamiento bastante extendido en bastantes de los Servicios Meteorológicos europeos que podría resumirse en: ¿Por qué vamos a molestarnos en hacer predicciones probabilísticas si el público no las quiere?. En una entrada anterior del blog yo reaccionaba a este argumento diciendo que lo que el público no quiere son las escasas y mal presentadas predicciones de este tipo que se le dan en la actualidad. Por su parte, Persson encuentra tres posibles causas: a) la actitud del público ante la información acerca de la incertidumbre, b) el papel de la estadística en la predicción meteorológica y c) la historia de la predicción por conjuntos.

Respecto a la actitud del público, si bien es verdad que una pequeña parte del mismo entiende y desea este tipo de predicciones, es cierto que la mayoría quiere predicciones categóricas. Coincido con Persson en que ello proviene de la necesidad de tener un chivo expiatorio al que responsabilizar cuando las cosas no salen como se quisiera. He expuesto varias veces mi opinión en el sentido de que el predictor no puede ser el hechicero de la tribu sobre el que se delegan las responsabilidades propias y al que se lleva a la hoguera cuando sus pronósticos fallan. En una sociedad adulta cada cual debe asumir las responsabilidades y la del predictor es la de explicar, con la mayor claridad posible, lo que la ciencia meteorológica puede ofrecer y añadir de forma sencilla e imaginativa, la información sobre su mayor o menor certidumbre. Hay casos muy interesantes -y Persson expone alguno en su artículo- que demuestran que cuando al público se le explican las cosas con claridad y sinceridad, admite la información sin problemas e incluso satisfecho de que se le haga partícipe de las incertidumbres.

Cuando el autor analiza la siguiente causa de los problemas de aceptación de la predicción probabilística que la centra en el papel de la estadística en la predicción meteorológica, se pregunta si, más que en el público, el problema está en la propia comunidad meteorológica. Junto a la, en muchos casos, escasa formación estadística, muchos meteorólogos han visto en estos métodos unos competidores de los dinámicos deterministas y casi unos sustitutos de los predictores experimentados. Debo confesar que ese fue mi sensación durante algunos años y creo que estaba basada en buena medida en el miedo provocado por una no muy buena formación estadística que debí ir corrigiendo con celeridad.

Por lo que respecta a la tercera dificultad que proviene por la propia historia de la implantación y desarrollo de la predicción por conjuntos, Persson desarrolla unas ideas muy interesantes y también muy técnicas que pueden resumirse en esta expresión suya tomada literalmente: "el uso de las probabilidades del sistema por conjuntos del ECMWF se ha visto obstaculizado no sólo por la razón comúnmente citada de que “las probabilidades son difíciles de entender”,sino también debido a los planes meteorológicos internos y la mala comprensión de los conceptos estadísticos básicos".

Por tanto, del artículo de Persson se desprende una conclusión lúcida pero amarga para los que nos dedicamos o nos hemos dedicado a la predicción: Son nuestros miedos y nuestra -en muchos casos- deficiente formación estadística, lo que se ha constituido en obstáculos para ofrecer al público predicciones probabilísticas. Coincido con él en buena medida pero mantengo un cierto optimismo de que las cosas cambien e incluso de que lo estén empezando a hacer ya. Así lo demuestra el adecuado tratamiento probabilístico y orientado al público de algunos productos del Servicio Meteorológico británico y sobre todo de sus avisos de tiempo adverso o bien, aunque en otra escala, el reciente seminario de ACOMET al que me he referido más arriba y en el que la asociación ha podido contar con el eficaz apoyo de la Agencia Estatal de Meteorología y con la intervención de algunos de sus mejores expertos. Los participantes en el mismo, muchos de ellos comunicadores meteorológicos en distintos canales de televisión, han comprobado cómo la predicción probabilística ofrece más información que la determinista y se han mostrado receptivos y dispuestos a colaborar en su introducción o asentamiento siempre que se les faciliten algunos otros productos además de los escasos que ahora se facilitan libremente y se les asesore en su correcta interpretación.

En cualquier caso, y aún asumiendo la gran responsabilidad de meteorólogos y de Servicios Meteorológicos, hay que plantearse por qué a la sociedad en general le cuesta tanto aceptar una vida que es esencialmente probabilística. Creo que reside en buena medida en la educación recibida: una educación básicamente determinista en fondo y forma.  Un signo de madurez sería convencernos de que, parafraseando de algún modo a Anders Persson, no sólo los meteorólogos, sino todos los seres humanos, ¡no podemos escaparnos de las probabilidades! Y quizás sea mejor así.

2 de junio de 2014

Presunción de inocencia

El pasado día 25 de mayo el diario El Confidencial publicaba una información basada en “fuentes de Prado del Rey” en las que se acusaba a Mónica López, jefa del departamento de Información Meteorológica de TVE, a su número dos Albert Barniol y a algún otro compañero suyo de “utilizar los recursos de la cadena pública con fines privados” usando para ello una empresa de la que son accionistas familiares cercanos. La información fue recogida a continuación por una agencia de noticias de modo que durante los últimos días se ha difundido con rapidez por toda España poniendo en tela de juicio la honradez y el prestigio de estas personas.

No conozco el tema en profundidad pero sí conozco a las personas acusadas. Puedo decir de ellos es que son unos magníficos profesionales de la comunicación meteorológica, que han revolucionado contenidos y formatos al tiempo que han introducido un nuevo estilo narrativo en estas informaciones. Si la meteorología, y en concreto la predicción meteorológica, ha sido siempre uno de los espacios más solicitados y seguidos en los medios, los cambios introducidos por Mónica y Albert junto con otros compañeros han significado una renovación y un crecimiento del interés por estas informaciones. Y eso los aficionados y gran parte del  público lo reconocemos y agradecemos. Por ello me entristece mucho que este prestigio bien ganado se ensucie a raíz de una denuncia anónima que parece tener unos objetivos muy distintos a los muy honrados de denunciar una ilegalidad, algo que habría que hacerlo en el juzgado, por personas o instituciones concretas y con pruebas específicas sobre el supuesto fraude.

Como decía antes no conozco los entresijos de la acusación pero sí conozco a Mónica y Albert y también a Martín, confío en ellos y no soy capaz de imaginarlos cometiendo acciones fraudulentas. En cualquier caso, lo que me indigna profundamente, mas allá de todo ello, es la facilidad con que se puede intentar arruinar la carrera de unos buenos profesionales, sean quienes sean, a partir de denuncias anónimas y de “presunciones” no desde luego de inocencia. Algo está fallando en esta sociedad mediática. 

Espero que finalice pronto la investigación que está llevando a cabo Televisión Española y que los resultados confirmen la ausencia de cualquier fraude. Y que esa noticia tenga la misma atención y difusión que tuvo la de la acusación.