29 de abril de 2014

Un avance y un acierto de AEMET

Quienes siguen este blog conocen perfectamente mi empeño continuado en recomendar la utilización de los modelos probabilísticos en las actividades de predicción, sobre todo en las referidas al medio plazo, es decir, entre los días D+4 al D+6 al menos. No voy a extenderme ahora sobre el por qué de este empeño y sus ventajas pero el lector interesado puede encontrar algunas informaciones y reflexiones sobre ello en esta entrada del blog y en esta otra.

Por esta razón, es una gran satisfacción comprobar la inclusión en la web de AEMET de los mapas de probabilidad de precipitación obtenidos a partir del sistema de predicción ensemble o "por conjuntos" del Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo, desde el día D+1 al D+4. Además, los mapas vienen acompañados por una muy completa explicación que ahorra cualquier otro comentario o aclaración sobre su interpretación y uso.


Captura de pantalla de los nuevos mapas de probabilidad de precipitación de la web de AEMET

Si bien es verdad que en la web de AEMET ya figuraban otros mapas de probabilidad de precipitación, la diferencia entre ellos y los que ahora los sustituyen es que para la obtención de los primeros se partía de un conjunto de situaciones más o menos análogas -de ahí el nombre de predicción por análogos- mientras que, para los actuales, la base de partida son cincuenta y un mapas previstos para cada día de predicción. Esos mapas se obtienen por la generación de cincuenta análisis perturbados a partir de un análisis básico; de esta forma se trata de tener en cuenta los errores que siempre se cometen en la determinación de ese análisis,  algo que constituye una de las más importantes fuentes de error en las predicciones. Además, se introducen métodos para estimar las propias carencias del modelo mediante el uso de versiones del propio modelo ligeramente diferentes. A partir de todo ello disponemos de cincuenta más una posibles alternativas para cada día de predicción pero referidas todas a la misma situación de partida, de forma distinta al sistema de análogos donde las situaciones de partida podrían ser muy distintas. De esa población de 51 miembros pueden obtenerse diversos productos  tales como probabilidad de excedencia de umbrales, precipitación media o precipitación máxima posible. 

 En mi opinión, el sistema cuyos mapas se ponen ahora a libre disposición es mucho más coherente y posiblemente también más certero que el anterior, aunque las validaciones tienen la última palabra. Sin embargo, lo que me parece más importante es la decisión de facilitar la extensión del uso de este tipo de predicciones. Por tanto, no me cabe sino felicitar a AEMET por esta iniciativa y confiar en que se sigan difundiendo más productos procedentes de este sistema. Quizás, dado que el modelo determinista a plena resolución va teniendo cada vez mayor calidad al menos hasta el D+4, sería interesante ampliar el plazo de predicción de estos mapas probabilísticos hasta el D+6 o D+7. Es en ese plazo donde un mejor servicio pueden prestar ya que es en ellos donde las predicciones deterministas de la precipitación pueden tener mayores problemas.

11 de abril de 2014

Semana Santa y predicción probabilística: Tercera entrega

Hace tiempo definí esta semana previa a la Semana Santa como la semana de pasión de los predictores por la contínua tensión emocional que padecen entre la demanda pública de predicciones categóricas -o lo más ajustadas posibles- y la dificultad de esa predicción en esta época del año donde la única posibilidad científicamente aceptable para hacerla a más de tres o cuatro días -y eso en algunos casos- es la predicción probabilística.

Pero esa que es la única alternativa consistente y coherente desde un punto de vista científico tropieza con algunas serias dificultades. La primera es que el mejor centro especializado en este tipo de productos, el Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo no pone a libre disposición la inmensa mayoría de ellos sino que hay que comprarlos. Los medios de comunicación no quieren gastarse ese dinero porque no sienten una demanda del público sino más bien su rechazo y prevención. Pero el público, aunque lo exprese de ese modo, lo que tiene, porque nadie se lo ha explicado con claridad y amenidad, es un desconocimiento profundo de la cuestión. Si esos productos estuvieran más facilmente disponibles, muchos aficionados y comunicadores con un cierto nivel científico serían capaces de "exprimirlos" y dar informaciones sencillas y muy útiles para el público y su comprensión y demanda aumentarían. Pero no los tienen.

Todo ésto conduce a un círculo vicioso que nadie rompe pero que tiene como resultado el que al público se le hurte información relevante que en buena medida puede generarse gracias a sus impuestos. En este panorama es muy de valorar el esfuerzo que estos días están haciendo algunas comunicadoras y comunicadores, fundamentalmente de televisión, para contar de esta forma la predicción de Semana Santa, aún sin disponer de toda la información que necesitarían, y asumiendo con frecuencia críticas y hasta algún chiste provinientes del gran desconocimiento existente sobre la cuestión. Y están demostrando que es conciliable la utilización de información científica rigurosa con la divulgación y el servicio público aunque todavía quede un buen trecho por recorrer.

Realmente la situación meteorológica para la Semana Santa de este año está siendo "de libro" para ilustrar todo ésto. Si se siguen sólo los modelos "normales" o deterministas no se gana para sustos o disgustos porque cada 12 horas cambian drásticamente sus predicciones para los días centrales de la Semana Santa. Ello hace ver que es una situación de muy baja predecibilidad y muy dependiente probablemente del análisis o situación de partida. Pequeños cambios en esa situación, que en otro régimen atmosférico más estable no tendrían casi importancia, en estas configuraciones primaverales son suficientes para que el chorro muestre, bien una circulación zonal sin muchas complicaciones, o adquiera rápidamente una configuración  meridiana con todas sus incertidumbres y sus posibles fenómenos adversos. 

A la vista de esta situación tan interesante, me ha parecido útil dedicar las últimas entradas de este blog a extraer información de caracter probabilístico de los pocos productos en abierto que proporciona el Centro Europeo en la red. Siguiendo en la línea de mis exposiciones de los dos últimos días, pongo a continuación este tipo de mapas para la noche del Jueves al Viernes Santo aunque están realizados los dos primeros el miércoles y el jueves pasados y el último en la madrugada de hoy viernes:







A la vista de estos tres mapas, varias cosas a señalar:

a) La gran variabilidad de un día para otro de las configuraciones del modelo determinista (líneas en azul) con consecuencias de cambios drásticos de predicción para España. Es muy llamativo como la situación del primer mapa coincide bastante con el último. Da la sensación -y de eso conozco varios ejemplos- aunque no lo sé seguro, de que el análisis de partida del segundo ha sido relativamente distinto del primero y del tercero. A veces la  falta de un radiosondeo -o su error- sobre Norteámerica o Groenlandia puede conducir a estas soluciones tan radicalmente distintas, consecuencia como decía antes de la baja predecibilidad de la atmósfera en primavera.

b) Puede observarse mediante la escala de magentas que la zona de mayor incertidumbre es la situada entre Gran Bretaña y el noroeste de la Península Ibérica; es decir, las soluciones que dan las distintos componentes del modelo "ensemble" (probabilístico) son muy distintas. Pero hay algo que se viene conservando en los tres mapas y es la estructura en "V" del campo de magentas, es decir el campo que nos muestra las desviaciones del modelo determinista respecto al ensemble.  Es como si este modelo mantuviera machaconamente la posibilidad de que esa vaguada, en ese momento (la noche del jueves al viernes) nos afecte, más allá de las idas y venidas del determinista.  Esta conclusión, viene avalada más específica o científicamente por este otro campo que muestro a continuación y cuyas líneas azules muestran el campo medio de 500 hpa generado por el ensemble con sus desviaciones de nuevo en escala de colores:

Como se ve, aún con incertidumbre, el modelo probabilista apuesta -y lo ha hecho desde hace varios días- por la presencia de una vaguada que podrá ser más o menos marcada, pero que ahí está. 

Por tanto, con la información "libre" disponible a día de hoy, cabe pensar que, aún con una cierta incertidumbre, una vaguada afectará el jueves-viernes a las vertientes Atlántica y Cantábrica sin que podamos conocer aún cuanto va a profundizar hacia el interior ni si podría llegar a dar lugar a una DANA. Parece que, de formarse ésta, lo haría antes y al suroeste de la Península. Tampoco habría que perder de vista el comportamiento de la borrasca fría que se establecerá sobre el Mediterráneo y que muestra algúnn de una posible retrogresión hacia el siguiente fin de semana. Pero, cuidado, es primavera!  


10 de abril de 2014

Semana Santa: actualizando

En mi entrada de ayer analizaba la tendencia meteorológica para la Semana Santa basándome en los pocos productos de libre disposición del sistema de predicción probabilística del Centro Europeo. La situación me parece tan interesante desde distintos puntos de vista que no me resisto a hacer hoy una actualización de la misma aunque ya me centro directamente en el comentario de los mapas

El final de mi conclusión de ayer era ésta: ... para la segunda mitad, tenemos que vigilar la evolución de la vaguada y que no podemos excluir en nuestros planes la posibilidad, todavía remota, de un tiempo desapacible esos días al menos en la vertiente Atlántica.

Vamos a ver entonces la comparación entre el mapa de ayer y el de hoy para la noche del miércoles al Jueves Santo (arriba el mapa de ayer y debajo el de hoy):




Como puede verse, el modelo determinista apuesta claramente por la formación de la vaguada y su extensión hacia el noroeste peninsular mientras que el sombreado magenta probabilístico indica gran incertidumbre sobre todo en las zona de Gran Bretaña, en relación seguramente con un posible cierre de la vaguada. Por lo que respecta a la extensión de la vaguada hacia la Península Ibérica existe también un cierto nivel de incertidumbre pero bastante menor.

Pasemos de igual modo a la noche del Jueves al Viernes Santo:





Como puede verse, aquí el modelo determinista ha dado un cambio radical. Mientras que en el de ayer no desarrollaba la vaguada por la que el probabilístico sí apuntaba ya en cierta medida (ver mapa de arriba), ahora, no sólo profundiza esa vaguada hasta la Península Ibérica, sino que además tiende a formar una borrasca fría, lo que significaría de ser cierto un empeoramiento muy significativo del tiempo en todas las zonas. Este abrupto giro del modelo, muy típico por otra parte de las situaciones de primavera, llevaría por sí mismo a confiar muy poco en esta predicción a una semana vista, si bien la propia estructura del campo probabilístico y el estudio de otro producto del modelo (media de los ensembles con sus desviaciones) no presentado aquí para no complicar más, pero disponible también en abierto, apoyaría al menos -aunque siempre con un nivel de incertidumbre- la presencia de la vaguada atlántica sobre la Península.

Y por último, simplemente por echar un vistazo, la noche del Viernes al Sábado Santo que ayer ya no mostré:



De nuevo se observa el giro radical del modelo determinista ahora con una borrasca fría muy marcada centrada sobre el sur de la Península. El campo probabilístico no apoya esa opción concreta (entre otras cosas por su menor resolución) pero sí sigue apuntando hacia una amplia zona de vaguada sobre nuestra área. En cualquier caso, en primavera y a diez días vista, no tiene sentido analizarlo demasiado.

¿Cual sería mi resumen de hoy? Pues lo primero remarcar la gran dificultad de los modelos meteorológicos deterministas, incluso de los mejores, en primavera para dar una predicción fiable mas allá de unos cuatro días y a veces menos. En cuanto a la evolución de la segunda parte de la Semana Santa, apuntar a que la incertidumbre es alta pero que la tendencia es a una inestabilización a partir del Jueves Santo que afectaría más probablemente a la vertiente Atlántica y en parte a la Cantábrica y que no es descartable del todo su extensión a la Mediterránea. 

Aunque sé que no es ésto lo que el público le gustaría escuchar, creo que, científicamente, es, como mucho, lo que se podría decir hoy. En cualquier caso, la predicción probabilística está aún poco desarrollada y difundida y, aún a costa de resultar pesado, sigo insistiendo en el gran beneficio general que depararía la liberalización de todos o buena parte de sus productos.

Esperemos a los mapas de mañana :)





9 de abril de 2014

Semana Santa, una vez más

Ayer, una persona muy cercana me decía medio en broma, medio en serio, refiriéndose a como sería el tiempo en Semana Santa: "Pues como siempre: variable y el Viernes Santo, lloverá". Hay una tendencia, no sé si justificada porque no llevo la cuenta, a creer que la primera parte de la Semana es "buena", o al menos pasable, pero que la segunda se estropea. Vamos a ver cómo pinta este año.

Lo primero de todo es volver a insistir en que en primavera es muy difícil hacer una predicción certera más allá de tres o cuatro días, y a veces ni eso. Me he referido varias veces en este blog a las causas de ello y que se resumen en que en esta época del año las circulaciones atmosféricas  son poco predecibles por su dinamicidad y complejidad. Es decir, la "foto" que refleja el análisis o situación de partida se "emborrona" y difumina  con rapidez según avanzamos en el cálculo de su evolución temporal.

Lo segundo es que este año, los dias "grandes" de la Semana Santa caen a mediados de abril y desde el punto de vista climatológico esos días  son proclives a retrocesos fríos tal como apuntan algunos refranes:

En llegando al seis y cero (el 16 de abril), los abriles se vuelven eneros

o:


Si hiela (o llueve) por Santa Engracia (el día 16), la viña se desgracia

Ante esto, ¿que indican los modelos de predicción? Voy a fijarme en el que siempre me inspira más confianza que es el del Centro Europeo de Medio Plazo y utilizaré los pocos productos que proporciona "en abierto" de su predicción probabilística.

Muestro a continuación el mapa de 500 hPa previsto para la noche del próximo lunes al martes. Parece complejo pero no lo es tanto:



Las líneas azules corresponden al mapa de 500 HPa obtenido del modelo determinista, del "de siempre". En nuestra zona de interés aparece una vaguada atlántica acercándose a la Península. Si ello es así, aumentaría la inestabilidad con chubascos, algunas tormentas y temperaturas más bien frescas, sobre todo en la vertiente Atlántica. Por su parte, los sombreados magentas nos indican de algún modo -y aunque no sea muy científico expresarlo así- el nivel de incertidumbre que el sistema de predicción probabilística asigna a esta configuración y que aumenta en el sentido creciente de la escala. Como vemos, la configuración en nuestra zona muestra un cierto nivel de incertidumbre pero no mucha. Podemos tener -al menos hoy- bastante confianza en que la evolución atmosférica de ese día irá por ahí.

Para la noche del martes al miércoles, la configuración es ésta:


El modelo determinista indica que la vaguada ha atravesado buena parte de la Península pero afecta aún a la mitad nordeste peninsular y Baleares donde persistiría una cierta inestabilidad. Llama la atención como el segundo nivel del color magenta llega ya al norte peninsular cuando el día anterior se encontraba bastante más al norte: la situación tiende a ganar incertidumbre en esas zonas pero aún puede ser aceptable.

La noche del miércoles al jueves el mapa empieza a ponerse muy interesante:


La Península queda por el momento en una zona de débil gradiente con una ligerísima circulación ciclónica que debería dar lugar a algunos chubascos tormentosos. Sin embargo, la clave para un cambio de tiempo más radical, ese que según la climatología puede aparecer a mediados, está en esa vaguada que el modelo muestra sobre las Islas Británicas. El cuarto nivel de "magenta" que tiene como color de fondo, nos dice que la incertidumbre es muy alta; pero sobre todo hay que fijarse como la mancha se extiende hacia el noroeste de la Península Ibérica, como un cierto aviso del sistema probabilístico de que esa vaguada podría avanzar más hacia el sureste.

Y veamos por fin el mapa del momento "grande": la noche del Jueves al Viernes Santo:


Si el modelo determinista fuera correcto -lo cual en primavera y a ocho días vista es casi una fantasía- sobre la Península y Baleares predominaría un tiempo tranquilo, sin precipitaciones y más bien un poco fresco. Pero ahí está esa profunda mancha magenta recordándonos que no podemos excluir  a día de hoy en nuestros planes la posibilidad, de momento muy incierta, de que esa vaguada trajera un tiempo mas desapacible y frío al menos a la mitad norte peninsular.

A la vista de todo ésto ¿que podemos resumir? Pues, que según la mejor información que la ciencia nos puede dar, es bastante probable que la Semana Santa no esté afectada por entradas frías del nordeste ni por DANAs importantes ni por calores excesivos. Que es probable que la primera mitad de la misma sea algo inestable con algunos chubascos y tormentas. Y que, para la segunda mitad, tenemos que vigilar la evolución de la vaguada y que no podemos excluir en nuestros planes la posibilidad, todavía remota, de un tiempo desapacible esos días al menos en la vertiente Atlántica.

Naturalmente, si el Centro Europeo proporcionara más productos en abierto de su sistema de predicción probabilística, se podrían afinar y cuantificar estas predicciones. Lo harán, como es lógico, los Servicios Meteorológicos que disponen  de ellos y por tanto hay que prestar mucha atención a sus predicciones.

En cualquier caso, Santa Engracia, el día 16, tendrá la última palabra :-)